- La nueva estrategia para fijar población en el mundo rural ideada por la Junta consiste en adecuar la salud al cuadrante de la plantilla médica.
La Consejería de Sanidad del gobierno autonómico ha decido que, en lugar de que los vecinos vayan al doctor cuando tengan necesidad, sea la necesidad la que se acomode a la vista del médico. Si hoy aparece el galeno, los paisanos de algunos pueblos de la provincia pueden ponerse malos. Si el facultativo no tiene visita anunciada, porque la administración autonómica no ha cumplido con la organización correcta de la plantilla, los enfermos tienen que aguantarse en casa, que ya son ganas de joder con tanto vicio de ponerse malos.
La alternativa aparece cuando se plantean coger el coche para irse hasta la cabecera de comarca o para trasladarse hasta la capital, donde se encuentran asentados los centro de salud y el hospital. Están mucho mejor allí, resuelven cuando hallan un momento de calma en el que ordenar la lista de las necesidades de acuerdo a los servicios con los que cuentan. No hay duda. Mejor, cerrar la casa del pueblo. Entonces, la despoblación deja de aparecer en los discursos como un problema de moda que se trata en los telediarios para destaparse como una reacción al sistema de estímulos que lanzan las administraciones.
El termómetro de la sanidad rural en la provincia de León marca los grados a la altura del cuentaquilómetros de los vehículos de los médicos, a quienes quieren pasar ahora a la consideración de estatutarios para terminar de deslocalizarlos, después de años sin convocar las oposiciones necesarias para que asienten sus puestos.
El mercurio alerta de la fiebre en los consultorios donde el cartel de la entrada avisa de la presencia del médico como si fuera un jeroglífico: en mayo, lunes, miércoles y viernes; esta semana, sólo el lunes de 09.00 a 09.30 horas; la próxima, se cierra por vacaciones. Fuera de estos horarios, si alguien tiene que ser atendido, mejor que cambie de idea o de domicilio.
El ataque mina el primer eslabón de la cadena de servicios básicos justo cuando más población nutre los pueblos, cuando se triplica el vecindario, cuando la falta de planificación de la Junta pone en el escaparate su política de acoso a la sanidad pública y la apuesta por la concentración en los medianos y grandes núcleos de población.
No quieren que quede nadie ni siquiera para certificar la muerte.
Enlace artículo ÁLVARO CABALLERO
«La Junta pretende cerrar los consultorios rurales y manejar los destinos del médico»
El enfado de Roberto Aguilar es monumental. Médico del municipio zamorano de Barcial del Barco, del que también es alcalde por el PP, es el coordinador autonómico de los médicos interinos funcionarios de Castilla y León, un colectivo que, a principios de año, estaba formado por 753 profesionales de toda la comunidad y que está convocado por el Sindicato Médico de Castilla y León, Simecal, junto al resto de médicos de Atención Primaria, a una huelga indefinida a partir del 1 de agosto. Como portavoz de los médicos interinos funcionarios, demanda la consolidación del colectivo, entre los que hay profesionales que llevan incluso 30 años en su puesto y que podrían sufrir un cambio en su régimen jurídico y pasar a ser médicos estatutarios.
–¿Cuándo ha comenzado este movimiento de los médicos interinos funcionarios?
–Empezamos en Navidad, cuando los rumores de estatutarización eran absolutos, cuando los sindicatos nos decían que no iba a pasar nada y que nosotros íbamos a seguir en nuestros puestos de trabajo, pero nos dimos cuenta, desde el primer momento, de que nos estaban mintiendo y empezamos a movernos. Tuvimos reuniones con el consejero, que nos quiso vender la moto, no nos dio soluciones de ningún tipo y nos fuimos al Sindicato Médico de Castilla y León, que ha echado ya dos veces atrás en el juzgado esta estatutarización que quieren hacer.
–¿Qué significa ese cambio?
–Un cambio jurídico en el que pasamos de ser médicos funcionarios a ser estatutarios. Nos llevaría a tener que opositar para poder mantener probablemente un puesto de trabajo y de área y ya veríamos en qué ciudad y en qué condiciones. Lo malo es que implícitamente y detrás de todo esto, lo que quiere la Administración es tener estatutarios para manejarnos. La política sanitaria de la Junta es de vergüenza total y pretende cerrar los consultorios de los pueblos sin dar opciones a nada. No tienen médicos, no tienen nada, lo tenemos todo sujeto con pinzas y a los que tienen, que llevamos 36 años aquí sin oposiciones, porque no nos han dado opciones a opositar en su momento, nos están tirando con piedras. Tienen una huelga montada que va a ser el desastre absoluto y definitivo de Castilla y León y les da igual y además están exhibiendo mentiras. Dicen que queremos estar sin oposiciones, cuando les pedimos las oposiciones en su momento y nos las han negado. Nadie quiere nada por el morro, pero ahora mismo, con tantos años sin oposiciones, somos gente de 60 años. ¿Quieren que vayamos a competir ahora con la gente de 30 años que sale de la Facultad o tenemos que demostrar algo cuando hemos llevado las riendas sanitarias de Castilla y León durante años y años?
–¿Por qué dice que con esta estatutarización la Junta les quiere manejar?
–El médico estatutario es una figura que puede manejar perfectamente la Junta, te adscribe a un área y te dice tú para acá, tu para allá. Como quieren acabar con los consultorios rurales, te dice tú vas a pasar consulta a este pueblo, mañana vas a cien kilómetros a pasar consulta a este otro y, al final, desaparecerían los médicos de cabecera que están llevando el sistema hasta ahora mismo a nivel principalmente rural, que es lo que se quieren cargar. Estos son a los que se les queda la boca pequeña diciendo que quieren apoyar el mundo rural y fomentar su población , ¿de esta manera? No tenemos políticos de altura, solo hay políticos que miran para su silla y para sus intereses.
–A la huelga están convocados todos los médicos de Atención Primaria de la comunidad, ¿por qué?
–Porque a todos nos tienen reventados y asqueados de una situación de inestabilidad, de una falta de mimo, de una falta de dignidad para nosotros y para con nuestros pacientes. Estamos pidiendo dignidad y honradez por parte de la Junta, que no la tienen ellos como políticos pero a nosotros no nos la pueden robar. Sobre todo, no podemos atender a los pacientes en estas condiciones de acumulación tras acumulación, corriendo, y ahora por ejemplo en verano, juntando pueblos que duplican y triplican su población.
–¿Existen vías para hacer esa consolidación de su empleo?
–Se puede hacer y las leyes están para eso. Hay excepcionalidad absoluta en nuestro caso. Lo pueden hacer por una iniciativa de Cortes que no quieren hacer porque los políticos solo miran para su silla. Es una consolidación que se nos debe generacionalmente porque esto ha sido un despropósito absoluto. Si nos hubieran dado los procesos de consolidación que hemos podido tener de oposición, yo me hubiera presentado y habría tenido al menos, con una convocatoria cada dos años, 18 posibilidades, pero no las he tenido.
–¿Por qué no se han hecho esas convocatorias?
–No se han hecho por varias cosas, la primera es que les interesaba tener mano de obra barata y nos han tenido de sustitutos, de refuerzo, de médicos de área, porque todos hemos pasado por todo pagados y mal pagados. Yo he estado en Alta Sanabria haciendo refuerzo cobrando un 25% de lo que cobraba un titular. Teníamos a chicos para todo, que les sacamos las castañas del fuego y no les interesaba hacerlo. Después, empezaron a decir que si era la crisis y prolongaron la situación de inestabilidad insostenible y así estamos esta generación perdida, sufriendo este disloque absoluto.
–¿Qué le pide a la Junta?
–Le quiero pedir al presidente, Juan Vicente Herrera, que tome cartas en el asunto y preguntarle si importamos tres narices los profesionales y los sanitarios, que es lo que parece. El consejero de Sanidad está en caída libre, ha perdido el norte desde hace mucho tiempo y es el consejero del que más gente ha pedido la dimisión de todos los políticos de Castilla y León por su nefasta gestión, por querer cerrar camas, por llevarnos a todos a esta locura y que además miente constantemente, porque cada día maquilla toda la gestión que está haciendo diciendo que todo va bien cuando es un desastre insostenible. La gente que vive en un pueblo pequeño paga los impuestos y se merece la misma sanidad que los que viven en Valladolid.
–¿Qué efectos puede tener la huelga en un momento de vacaciones en el que hay más gente en los pueblos?
–Estoy convencido de que va a ser un auténtico desastre, un caos absoluto, cuando tenemos la población de los pueblos doblada e incluso triplicada y cuando ahora mismo hay médicos de baja, vacaciones, exenciones de guardia y acumulaciones. Esto es insostenible, se les cae de las manos, no es manejable ni con mínimos ni con nada. La población va a sufrir esto y nosotros queremos parar esta huelga porque pensamos que no tiene la culpa la población. Ojalá no se hiciera, pero es que esta huelga no va en contra de los pacientes, sino por defender la sanidad rural que se quieren cargar de un plumazo.
–¿Qué haría falta para que se desconvoque la huelga?
–La única manera es tener una negociación en busca principalmente de una consolidación de los médicos interinos funcionarios, a los que generacionalmente nos han dejado tirados en la cuneta sin ofrecernos las oposiciones que teníamos que haber tenido estos años. Tampoco pueden hacer lo que están haciendo con el mundo rural. No vamos a consentir que una persona mayor que viva en un pueblo esté relegada a una peor sanidad y a una peor atención.