De nuevo periódicos, radios y televisiones, parece que opinan de manera despiadada e interesada para impedir que UNIDAS PODEMOS entre en el Gobierno.
Luis María Ansón reflexiona y pone desde el sentido común un análisis certero. Sin La moción de censura de Pablo Iglesias a Favor de Pedro Sánchez el PSOE se habría diluido.
Podemos a través de Pablo Iglesias les regaló el gobierno y sus ventajas a cambio de mejoras para la población desfavorecida. Eso no se debe olvidar.
LAS RAZONES DE IGLESIAS
No seré yo el que cargue contra Pablo Iglesias. El 21 de julio de 1966 publiqué en el ABC verdadero una tercera titulada La Monarquía de todos y el dictador me envió al exilio. El líder podemita aspira a modificar el actual ordenamiento constitucional y tiene todo el derecho a intentarlo desde lo que establece, en su artículo 168, la Constitución aprobada por la voluntad general libremente expresada. Iglesias cabe en la Monarquía de todos y me parecen lamentables las campañas de unos y otros para excluirle y lincharle.
Pedro Sánchez es presidente del Gobierno gracias a la sagacidad política del dirigente de Podemos que orquestó una moción de censura ante la que no supo reaccionar Rajoy. Se equivocó Iglesias al no exigir al nuevo presidente tres o cuatro ministerios. Sánchez se aprovechó de la parafernalia del poder, multiplicó sus apariciones en los medios de comunicación y oscureció al hombre que le había sentado en la silla curul de Moncloa. El nuevo presidente recuperó, a costa de Podemos, un considerable número de los votos perdidos en la izquierda por el PSOE. La pirueta Errejónfragilizó aún más la estabilidad de Iglesias.
Sánchez podría virar a estribor y con la colaboración de Cs retornar a la socialdemocracia que es lo que propugna una parte del empresariado español. Rivera, que aspiraba a la representación del centro derecha, se negó a la operación pero, tras la tormenta de las elecciones, las cosas han cambiado y no es imposible que se produzca el acuerdo Cs-PSOE. En todo caso si Sánchez quiere mantenerse en un planteamiento de izquierdas necesita contar con los diputados de Iglesias. Y do ut des. Es completamente razonable que, a cambio de ese apoyo, aspire a ocupar algunos ministerios. Otra cosa sería repetir el error que cometió tras la moción de censura.
Iglesias es un profesor universitario con un notable equipaje cultural. En varias cuestiones sustanciales, mis discrepancias con él son completas, pero sería absurdo negar que ha demostrado calidad de gran orador, especialmente dotado para la dialéctica parlamentaria. Se comprende que a Sánchez le preocupe tenerle al lado porque en cualquier momento se lo puede merendar con patatas a las finas hierbas. Pero las razones de Iglesias para participar en el Gobierno no derivan del voluntarismo político. Están ahí claras y coherentes. Las respalda el sentido común.
Luis María Anson, de la Real Academia Española.
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