La Cumbre del Clima COP25 en Madrid va camino de cumplir una semana y todas las miradas están puestas en ver qué compromisos salen de esta cita. A la espera de esto el diputado de Unidas Podemos Juan López de Uralde llama a no quedarse “en la letra pequeña de la convención”. Para el que fuera director de Greenpeace España durante casi una década hay que “ser conscientes de que estamos perdiendo la batalla contra el cambio climático”.
En una entrevista a EL BOLETÍN López de Uralde lamenta que no exista “voluntad política” por parte de los gobierno del mundo “para ser más ambiciosos” en esta batalla y defiende que hay un “único camino”, que es el “multilateral”. “Es un problema global que no se puede resolver con respuestas de países individualmente”, afirma el parlamentario de Unidas Podemos, que arremeter contra el negacionismo de Vox y las críticas a la figura Greta Thunberg.
-¿Qué balance hace de la primera semana de la Cumbre del Clima?
Hay que reconocer y felicitar al Gobierno español porque organizar una COP en tan poco tiempo es meritorio. Tras la primera semana es un poco prematuro hablar de las negociaciones y, por lo tanto, vamos esperar a que avancen en esta segunda. Creo que en este momento lo más relevante es constatar que no hay voluntad política por parte de los gobiernos del mundo para ser más ambiciosos y eso es lo preocupante. Lo preocupante es que hemos conocido los datos de emisiones de 2019, que están un 0,6% por encima, que llevamos 25 años de convenio de cambio climático y que las emisiones no han parado de subir en ningún momento. No nos podemos quedar en la letra pequeña de la convención, sino ser conscientes de que estamos perdiendo la batalla contra el cambio climático.
-¿Sirven de algo este tipo de citas teniendo en cuenta las ausencias de los principales países contaminantes?
El único camino para hacer frente al cambio climático es un camino multilateral como el que hay. No hay otro. Es un problema global que no se puede resolver con respuestas de países individualmente. El proceso es necesario, es imprescindible, otra cosa es que no vaya al ritmo que debe ir por muchos factores, como la falta de voluntad política. También hay gobiernos negacionistas que están poniendo muchísimos obstáculos al desarrollo, pero eso no cuestiona la necesidad de que los países se encuentren para hacer frente al cambio climático. No hay otro camino, no hay otra alternativa.
El negacionismo de Vox es puramente oportunista. Es tremendamente irresponsable
-¿Espera que salga algo en concreto, y que se cumpla, de esta Cumbre?
Por un lado, esperamos que se cierre el libro de reglas del cumplimiento del Acuerdo de París. Sería un fracaso que eso no ocurriera. ¿Es suficiente? No. ¿Es necesario? Sí.
-En el Congreso hay un partido, Vox, que hace gala del negacionismo. ¿Qué opina de esta postura?
Me parece irresponsable y vergonzoso. Es un negacionismo puramente oportunista. No se basa en la ciencia, porque no tiene ningún soporte científico para sostenerlo, simplemente en el oportunismo de llegar con un mensaje a gente que prefiere esconder la cabeza debajo del ala, que no quiere saber nada del cambio climático. A ese ciudadano va dirigido el mensaje de Vox. Es tremendamente irresponsable, porque quien tiene una responsabilidad pública tiene que asumir unos problemas y hacerles frente. Negarlos, como hace con la violencia de género, es una irresponsabilidad absoluta.
-¿No es una paradoja que uno de los patrocinadores de la Cumbre sea una empresa como Endesa, que también es una de las más contaminantes?
Este es uno de los grandes problemas históricos que tiene la lucha contra el cambio climático. El hecho de que las grandes corporaciones no solo no han ayudado, sino que hayan hecho todo lo posible por obstaculizarlo y luego encima se dedican a hacer ‘Greenwashing’, que es lavarse la imagen con enormes campañas de publicidad, una utilización oportunista de un momento que debería ser diferente.
-¿Los esfuerzos que hace un ciudadano diariamente al reciclar sirven de algo si no va acompañado de políticas?
Es muy importante recordar que el cambio climático no se puede combatir solo con pequeñas acciones individuales, que son necesarias. Hacen falta gobiernos fuertes que pongan firmes a las grandes corporaciones y que cambien las políticas. Si no se pone freno desde los Estados y desde la comunidad internacional a las prácticas contaminantes de las grandes corporaciones -el 70% de los gases de efecto invernadero lo emiten 100 corporaciones- es muy difícil. La acción individual es necesaria, pero si no hay gobiernos fuertes que hagan frente a los intereses corporativos, va a ser imposible.
Las críticas a Greta Thunberg buscan desviar la atención y no hablar del cambio climático
-Todo pasa por la concienciación de los que mandan.
Y para eso es imprescindible la movilización social. En este sentido, quizás lo más novedoso estos meses es ese movimiento de jóvenes por el clima que está elevando la movilización contra el cambio climático a unos niveles que nunca se habían conocido.
-Respecto a esto, está la figura de Greta Thunberg, pero tras ella hay todo un colectivo de jóvenes que han dado un paso al frente. ¿Este es el impulso que faltaba?
En el movimiento ecologista siempre teníamos mucha frustración porque el cambio climático no conseguía movilizar. Había otros problemas que movilizaban mucho más, pero el cambio climático se veía como un problema muy abstracto, un problema de futuro. Y esto ha cambiado. Ahora mismo las movilizaciones son históricas y es una buena noticia.
-Tanto protagonismo le está costando muchos ataques a Greta Thunberg. Se ha convertido en la diana de las críticas…
Desgraciadamente es muy lamentable que en vez de criticar a los verdaderos responsables de todo eso, a Trump, a Bolsonaro, a los responsables de las grandes corporaciones, los medios se centran en perseguir a una niña cuyo único delito es haberse movilizado por el clima y haber conseguido arrastrar a mucha gente. Me parece una vergüenza lo que se está haciendo con Greta Thunberg con esas críticas y yo valoro mucho su aportación. Estas críticas lo que buscan es desviar la atención. No hablemos del cambio climático, de sus consecuencias, de lo que está ocurriendo en el planeta, hablemos de cómo Greta viaja o no viaja y de esta manera desviamos la atención del problema. Es lo que siempre ha hecho el negacionismo, lo hizo con Al Gore y con Greenpeace, lo hace sistemáticamente. Espero que la ciudadanía tenga suficiente criterio para no caer en esa crítica barata.
-¿Qué medidas más urgentes debería llevar a cabo el nuevo Gobierno?
Tenemos pendiente un tema que es fundamental, que es una Ley de Cambio Climático. Desgraciadamente en España llevamos años intentándolo, pero entre la falta de voluntad del PP cuando gobernaba y luego los distintos cambios de legislatura, no ha sido posible sacar esta ley. Creo que es urgente, ya que establecería el marco normativo que necesitamos para el proceso de descarbonización. Es la primera tarea del nuevo gobierno.
-¿Se ve sacándola adelante usted desde un ministerio?
Hay muchas trincheras en las que luchar. Yo he estado en distintas trincheras y apoyaré un Gobierno progresista donde me toque estar.