Artículo de opinión
¿De verdad tienen tan pocas luces en el PSOE como para tratar de tontos a sus propios votantes? Es que no tiene otra explicación. Y por supuesto contando con todas las presiones que está soportando ese partido por parte de los poderes empresariales y financieros (principalmente por medio de sus aparatos de propaganda, el ‘periodismo’ nacional). Pero es que todo este teatro del despropósito es mucho más contraproducente que la asunción sincera de sus debilidades y sus compromisos con el poder económico. Si fueran sinceros, seguro que sus propios votantes les castigarían con dureza, y perderían a la mayoría de ellos, pero el castigo siempre sería inferior al que van a recibir si, como están haciendo, siguen tratándolos como a gilipollas.
Hasta su votante menos lúcido sabe que por mucho que el PSOE anuncie pactos con un partido de derechas como C’s, entre ambos no suman para investir a nadie. Y por si no fuera suficiente (que sí lo es), hasta el menos espabilado sabe que los acuerdos de transformaciones estructurales que han firmado son papel mojado sin el apoyo de dos tercios del Parlamento, porque la práctica totalidad de lo propuesto precisa una reforma constitucional, y aunque oníricamente pretendieran sumar a Podemos en su aprobación, sin el apoyo del PP no se llega.
Pero olvidemos por un momento la imposibilidad aritmética de llevar a cabo lo planteado. Veamos cuáles son esas propuestas.
- Supresión de la figura de los aforados
- Despolitización de la justicia para tener una efectiva independencia de los jueces
- Supresión de las Diputaciones
- Limitar los mandatos a ocho años para el presidente del Gobierno de España
- Que las Iniciativas Legislativas Populares (ILP) pasen de 500.000 a 250.000 firmas para que sean admitidas para su debate en la Cámara
Las dos primeras las firmaría casi cualquiera aunque fuera por vergüenza (del PP no se puede asegurar, y tampoco que la tengan). La tercera, siendo selectivos, puede ser positiva en algunos casos, pero no sería tan sencillo llegar a un acuerdo. La cuarta es también discutible, pero pudiera recabar apoyos. Pero la quinta es una absoluta tomadura de pelo.
La propuesta de reducción de firmas en la ILP es una auténtica estupidez, el chocolate del loro, porque el problema de ese presunto mecanismo de participación no está en el número de firmas requeridas, sino, primero en las trabas administrativas para su apertura, plazo y captación, segundo en la discrecionalidad con la que la Mesa del Congreso aprueba o rechaza su traslado a trámite de debate parlamentario, y tercero en el límite de ámbitos que este mecanismo ampara. Y como hoy está planteado, lo mismo da que lo reduzcan a 250.000 o a 10, porque no tiene ninguna utilidad. Y esto, con lo que hemos pasado los últimos años en esta materia, lo debe conocer mucha gente (supongo).
Hasta aquí lo propuesto.
Esta es la burla, porque no es necesario ningún acuerdo de Gobierno para llevar al Parlamento la votación de estas medidas de regeneración democrática. Son cuestiones transversales y que pueden ser asumidas, en principio, por cualquier partido. En cualquier caso se deciden en una votación, en cualquier momento de la legislatura a propuesta de cualquiera, y cada cual se retrata.
De lo que no están hablando es del acuerdo PSOE- C’s a nivel programático, porque insisto, lo anterior no tiene nada que ver con un programa de Gobierno. El programa de Gobierno tiene que ver con las relaciones y los derechos laborales, con la política fiscal, con la cuantía de las pensiones, el salario mínimo y la protección social, con la apuesta por el sector público o privado: educación, sanidad; con la intervención o desregulación en sectores estratégicos, con lo que afecta a la subordinación a los mandatos de Bruselas, con los plazos del pago de la deuda, los límites de déficit, y todo aquello que afecte de manera directa e inmediata a la vida de las clases populares. Y ahí es donde Albert Rivera asegura haber forzado al PSOE a asumir el 80% de su programa, el de Garicano, el de FAES.
Todo esto me parece una broma de mal gusto. Pero insisto, me parece, y lo digo sin segundas, que no hay votante del PSOE lo suficientemente torpe como para no advertir que su partido se está riendo de él. Ya verán en Ferraz lo que hacen, pero empieza a parecer que lo del Pasok se les va a quedar corto. Y ya veremos a qué se dedican, porque para payasos no valen porque no tienen gracia, y para el teatro tampoco porque como actores son un asco. Como no les paguen muy bien los servicios prestados por ofrecer este bochornoso espectáculo, algunos lo van a pasar muy mal.