"Cuesta salir del armario étnico"

María Hernández, concejala por Despierta León en el Ayuntamiento de la capital, cuenta cómo su abuelo le inculcó el interés por la política y cómo le ha condicionado muchas veces su condición de gitana

Laura Pastoriza e Isabel Herrera
20/08/2016
 Actualizado a 19/09/2019
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– ¿De qué pecados te confiesas?
– Soy una ‘serieadicta’ confesa, lo tengo que declarar. La última que he visto, me he tragado en cuatro días Stranger Things, que me parece una maravilla. La recomiendo a todo el mundo.

– Estamos en el ágora de San Marcos, lugar emblemático para los círculos de Podemos, aquí empieza tu andadura en la política, ¿tenías interés ya de antes?
– Sí, de siempre. Mi abuelo siempre me hizo ver los partidos de fútbol y el telediario; lo del fútbol no coló, no me gusta nada, pero lo de la política sí que lo he visto siempre en casa y lo he visto siempre como parte de la vida cotidiana.

– Perteneces al grupo municipal Despierta León, ¿está muy dormida esta ciudad?
– Está muy dormida, pero bueno... sale del letargo poco a poco. Sí que es una ciudad en la que cuesta, cuesta hacer muchas cosas, cuesta empezar, pero una vez que se empieza, la verdad es que se responde muy bien, la gente tiene ganas.

– Como concejala, ¿cuáles son tus prioridades?
– Sobre todo la transparencia en las instituciones, que es algo de lo que ha carecido cualquier institución de este país desde hace demasiado tiempo, y dar la opción a la gente de que pueda participar dentro de la política municipal, creo que es lo más importante.
– Hasta ahora, ¿qué ha sido para ti lo mejor que te has encontrado en la política?
– Lo mejor, dentro del propio Ayuntamiento, el cuerpo técnico. Ya sabes lo que se dice de los funcionarios, de los cafés eternos, etcétera,y la verdad es que tenemos un funcionariado dentro del Ayuntamiento de León muy competente, y es algo que me ha sorprendido mucho para bien.

– ¿Y lo peor?
– Ver que ciertas maneras de hacer política siguen vigentes incluso habiendo fuerzas nuevas en el Ayuntamiento.

– Mitad paya, mitad gitana, ¿con que parte te quedas de cada cultura?
– Yo me considero muy gitana, quizá no el prototipo gitano que se tenga, porque la realidad gitana no es unívoca, igual que la realidad paya no es unívoca, hay de todo en todos los sitios. El carácter familiar que tiene la cultura gitana es algo que me parece muy interesante y muy a exportar a otras culturas.

– ¿Qué es lo más gitano que tienes?
– La familia, esos ratos con la familia, esa alegría de vivir a fin de cuentas, de querernos, de juntarnos, de aprovechar la vida... eso lo llevo muy a rajatabla.

– ¿Te ha condicionado en alguna ocasión el hecho de ser gitana?
– Sí, muchísimas veces, sobre todo en el mundo profesional es algo que todavía va a costar mucho, el salir del armario étnico, como digo yo. Yo como tampoco tengo unos rasgos muy gitanos, por decirlo así,es como que disimulas, y puedes acceder a más sitios, y luego lo cuentas, y me han llegado a decir, ‘ah, pues si eres normal’.

– ¿Qué estereotipos crees que es más urgente erradicar de los payos hacia los gitanos?
– La delincuencia, el hecho de que en la propia RAE en la definición de gitano venga la palabra trapacero ya dice bastante, creo que es lo más urgente en este momento.

– ¿Y al revés?
– La apertura que se ha dado en el campo educativo, sobre todo a las mujeres, es algo que tenemos que visibilizar muchísimo más.

– ¿Camarón o Enrique Iglesias?
– ¡Camarón siempre, por dios!
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